EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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10. Hay un fluido etéreo que llena el espacio y penetra a los cuerpos. Este fluido es el éter o materia cósmica primitiva, generador del mundo y de los seres. Son inherentes al éter las fuerzas que han presidido las metamorfosis de la materia, leyes inmutables y necesarias que gobiernan al mundo. Estas formas múltiples, indefinidamente variadas según las combinaciones de la materia, localizadas de acuerdo a las masas, diversificadas en sus modos de acción según las circunstancias y los medios, son conocidas en la Tierra con los nombres de pesantez, cohesión, afinidad, atracción, magnetismo, electricidad activa. Los movimientos vibratorios del agente son conocidos con los nombres de sonido, calor, luz, etc. En otros mundos tales efectos presentan aspectos diferentes, características desconocidas para nosotros. En la inmensa extensión de los cielos, fuerzas en número indefinido se desarrollan en escala inimaginable. Somos tan incapaces de evaluar esa grandeza como el crustáceo en el fondo del océano de abarcar la universalidad de los fenómenos terrestres. * Así como existe una sola sustancia simple y primitiva, generadora de todos los cuerpos, pero diversificada en sus combinaciones, de igual modo todas esas fuerzas dependen de una ley universal diversificada en sus efectos, la cual por medio de decretos eternos fue impuesta en la Creación para constituir la armonía y la estabilidad.
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* Referimos todo a lo que conocemos y no comprendemos lo que escapa a la percepción de nuestros sentidos, al igual que el ciego de nacimiento no entiende los efectos de la luz ni la utilidad de los ojos. Puede ocurrir que en otros ambientes el fluido cósmico posea propiedades y combinaciones desconocidas para nosotros, efectos apropiados a necesidades que ignoramos y que dan lugar a percepciones nuevas o a otras formas de percepción. No comprendemos, por ejemplo, que se pueda ver sin los ojos de la carne y sin luz, pero, ¿quién puede asegurarnos que fuera de la luz no existen otros agentes que perciban organismos especiales? Los sonámbulos nos brindan un ejemplo, ya que su vista no se ve afectada por la distancia, los obstáculos materiales o la oscuridad. Supongamos que en algún planeta los seres en estado normal sean como los sonámbulos aquí: no tendrían, pues necesidad ni de nuestra luz ni de nuestros ojos y, sin embargo, verían lo que nosotros no podemos ver. Ocurre igual con las otras sensaciones. Las condiciones de vitalidad y perceptibilidad, las sensaciones y necesidades varían según el medio en que tienen lugar. [N. de A. Kardec.]