EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

Volver al menú
5. El principio espiritual y el principio vital, ¿son una sola y la misma cosa?


A partir, como siempre, de la observación de los hechos, diremos que si el principio vital fuese inseparable del principio inteligente, habría alguna razón para confundirlos. Sin embargo, dado que vemos seres que viven y no piensan, como las plantas; cuerpos humanos que continúan animados por la vida orgánica cuando ya no existe ninguna manifestación del pensamiento; que en el ser vivo se producen movimientos vitales independientes de la acción de la voluntad; que durante el sueño la vida orgánica permanece en plena actividad, mientras que la vida intelectual no se manifiesta por ningún signo exterior, cabe admitir que la vida orgánica reside en un principio inherente a la materia, independiente de la vida espiritual, que es propia del Espíritu. Ahora bien, visto que la materia tiene una vitalidad independiente del Espíritu, y que el Espíritu tiene una vitalidad independiente de la materia, resulta evidente que esa doble vitalidad reposa sobre dos principios diferentes. (Véase el Capítulo X, §§16 a 19.)