EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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22. Así pues, no hay solución de continuidad en la vida espiritual, a pesar del olvido del pasado. El Espíritu es siempre él mismo, antes, durante y después de la encarnación, pues esta es sólo una fase especial de su existencia. El olvido únicamente se produce en el transcurso de la vida exterior de relación, ya que durante el sueño el Espíritu se desprende parcialmente de los lazos carnales, es restituido a la libertad y a la vida espiritual, y recuerda entonces su pasado. Su visión espiritual no está tan oscurecida por la materia.