Felicidad
(
Sociedad, 10 de febrero de 1860 – Médium: Srta. Eugénie)
¿Cuál es el objetivo de cada individuo en la Tierra? Él quiere la felicidad a cualquier precio que sea. ¿Qué es lo que hace que todos sigamos un camino diferente? Es que cada uno de nosotros espera encontrarla en un lugar o en una cosa que le agrade particularmente: unos buscan la gloria, otros las riquezas, otros los honores; el mayor número corre atrás de la fortuna, porque en nuestros días es el medio más poderoso para llegar a todo; ella sirve de pedestal para todo. Pero ¿cuántos ven realizada esa necesidad de felicidad? Muy pocos; preguntad a cada uno de los que llegan si han alcanzado el objetivo al que se habían propuesto: ¿ellos son felices? Todos responden: todavía no; porque todos los deseos aumentan en razón de aquellos que son satisfechos. Si hoy existen tantas personas que se interesan por el Espiritismo, es porque después de haber visto que todo es una quimera, y a pesar de querer alcanzarla, intentan el Espiritismo, como han intentado la riqueza y la gloria.
Si Dios ha puesto en nuestros corazones esa necesidad tan grande de felicidad, es porque ella debe existir en alguna parte. Sí, tened confianza en Él, pero sabed que todo lo que Dios promete debe ser divino como Él, y que la felicidad que buscáis no puede ser material.
Venid a nosotros, todos vosotros que sufrís; venid a nosotros, todos los que tenéis necesidad de esperanza, porque cuando os falte todo en la Tierra, nosotros aquí tendremos más de lo que requieran vuestras necesidades. Madres desesperadas que os lamentáis junto a una tumba, venid aquí: el ángel que lloráis os hablará, os protegerá, os ha de inspirar la resignación para las penas que habéis soportado en la Tierra. Todos vosotros que tenéis la insaciable necesidad de la ciencia, dirigíos a nosotros, porque solamente nosotros podemos dar a vuestro Espíritu el alimento necesario. Venid, sabremos encontrar un alivio para cada herida y, por más abandonados que parezcáis, hay Espíritus que os aman y que están listos para probaros esto. Hablo en nombre de todos. Deseo que vengáis a pedirnos consejos, porque os seguro que tendréis esperanza en el corazón.
STAËL
Nota – Un instante después, el Espíritu escribió de nuevo, espontáneamente:
Más de una vez la sonrisa viene a los labios de ciertos oyentes y, si la misma escapa al médium, no escapa a los Espíritus; pero no temáis: los que más ríen ahora, son los que más creerán después, y nosotros os perdonamos, porque un día podréis arrepentiros de vuestra ironía. Señoras: estoy segura de que si aproximara de cada una de vosotras un ser amado que hubiese partido y que os evocase un recuerdo, cambiaríais vuestra sonrisa de incredulidad por un suspiro, y estaríais felices o ansiosas. Quedaos tranquilas que vuestro día llegará y seréis tocadas en el corazón, porque es vuestra cuerda más sensible: yo la conozco.
STAËL