Revista Espírita - Periódico de Estudios Psicológicos - 1860

Allan Kardec

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El tiempo perdido
(Médium: Srta. Huet)

Si por un instante pudieseis reflexionar sobre la pérdida de tiempo, pero reflexionar muy seriamente y calcular el inmenso error que vosotros cometéis, veríais cuán necesario podría ser a vuestro bien futuro esta hora, este minuto perdido inútilmente y que no podéis recuperar. Todos los tesoros de la Tierra no podrían devolvéroslo, y si usasteis mal el tiempo, un día seréis obligado a repararlo a través de la expiación, ¡y quizá de una manera terrible! ¡Qué no daríais, entonces, para recuperar ese tiempo perdido! ¡Ruegos inútiles; lamentos superfluos! Así, pensad bien en esto, en vuestro interés futuro e inclusive presente, porque frecuentemente los pesares nos llegan en la propia Tierra. Cuando Dios os pida cuentas de la existencia que os ha dado, de la misión que teníais que cumplir, ¿qué le responderéis? ¿Seréis como el enviado de un soberano que, lejos de cumplir las órdenes de su señor, pasaba el tiempo divirtiéndose y de ningún modo se ocupaba del compromiso para el cual había sido encargado? ¿En qué responsabilidad no incurriría a su regreso? Sois aquí los enviados de Dios y tendréis que prestarle cuentas de cómo usasteis vuestro tiempo con vuestros hermanos. Os recomiendo esta meditación.

MASSILLON