Firmeza en los trabajos espíritas
Voy a hablaros acerca de la firmeza que debéis tener en vuestros trabajos espíritas. Sobre este aspecto, ya se os ha dado una comunicación; os aconsejo que la estudiéis de corazón y que apliquéis su esencia a vosotros mismos, porque –como san Pablo– seréis perseguidos, no en carne y hueso, sino en espíritu. Los incrédulos, los fariseos de esta época, os criticarán, os escarnecerán; pero nada temáis: será una prueba que os ha de fortificar si supiereis consagrarla a Dios, y más tarde veréis vuestros esfuerzos coronados por el éxito. Será para vosotros un gran triunfo a la luz de la eternidad, sin olvidar que en este mundo ya es un consuelo para las personas que han visto desencarnar a parientes y amigos; es una felicidad saber que ellos son dichosos y que se pueden comunicar con vosotros. Por lo tanto, seguid adelante; cumplid la misión que Dios os ha dado, y os será tenida en cuenta en el día en que comparezcáis ante el Todopoderoso.
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