Revista Espírita - Periódico de Estudios Psicológicos - 1860

Allan Kardec

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La inteligencia y el discernimiento

(Médium: Sra. de Netz)

La libertad del hombre es totalmente individual; él nació libre, pero a menudo el mal uso de esta libertad provoca su desdicha. Libertad moral, libertad física, él ha reunido todo, mas con frecuencia le falta el discernimiento, aquello que llamáis el buen sentido. Si un hombre tiene mucha inteligencia, pero le falta la cualidad del discernimiento, es absolutamente como si nada tuviese, porque ¿qué haría él de su inteligencia si no puede gobernarla, si no tiene el necesario juicio para saber comportarse, si cree que camina por la buena senda, cuando está en el lodazal o si cree tener siempre la razón, cuando frecuentemente está errado? El discernimiento puede tomar el lugar de la inteligencia, pero la inteligencia nunca sustituirá al discernimiento. Esta última es una cualidad necesaria y, si no la tenemos, es preciso hacer todos los esfuerzos para adquirirla.


Un Espíritu familiar