Revista Espírita - Periódico de Estudios Psicológicos - 1860

Allan Kardec

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Hecho de pneumatografía o escritura directa

El Sr. X..., uno de nuestros más eruditos literatos, se encontraba el 11 de febrero pasado en la casa de la Srta. Huet, con otras seis personas, desde hace tiempo iniciadas en las manifestaciones espíritas. El Sr. X... y la Srta. Huet se sentaron frente a frente, alrededor de una mesita elegida por el propio Sr. X... Este último sacó de su bolsillo un papel totalmente blanco, doblado en cuatro y marcado por él con un signo casi imperceptible, pero suficiente para ser fácilmente reconocido; puso dicho papel en la mesa y lo cubrió con un pañuelo blanco que le pertenecía. La Srta. Huet puso sus manos sobre la punta del pañuelo. Por su parte, el Sr. X... hizo lo mismo, solicitando a los Espíritus una manifestación directa, con un objetivo instructivo. El Sr. X... solicitó de preferencia a Channing, que fue evocado con este fin. Al cabo de diez minutos, el propio Sr. X... levantó el pañuelo y retiró el papel, que en una de sus carillas estaba escrito el esbozo de una frase trazada con dificultad y casi ilegible, donde sin embargo se podían descubrir los rudimentos de las siguientes palabras: Dios os ama; en la otra carilla estaba escrito: Dios, en el ángulo externo, y Cristo, en el final del papel. Esta última palabra estaba escrita de manera que dejaba una marca en la hoja doblada.

Una segunda prueba se hizo exactamente en las mismas condiciones, y al cabo de un cuarto de hora el papel contenía, en la superficie inferior y en caracteres firmemente trazados en negro, estas palabras inglesas: God loves you, y más abajo, Channing. En el final del papel estaba escrito en francés: Foi en Dieu; en fin, en el reverso de la misma página había una cruz con una señal parecida a una caña, ambas trazadas con una sustancia roja.

Al terminar la prueba, el Sr. X... expresó a la Srta. Huet el deseo de obtener por su intermedio, como médium psicógrafa, algunas explicaciones más desarrolladas de Channing, y se entabló el siguiente diálogo entre él y el Espíritu:

Preg. Channing, ¿estáis presente? –Resp. Estoy aquí; ¿estáis contento conmigo?

Preg. ¿A quién se dirige lo que habéis escrito? ¿A todos o a mí particularmente? –Resp. Escribí esta frase, cuyo sentido se dirige a todos los hombres; pero, al escribirla en inglés, la experiencia es para vos en particular. En cuanto a la cruz, es la señal de la fe.

Preg. ¿Por qué la habéis hecho de color rojo? –Resp. Para pediros que tengáis fe. Yo no podía escribir nada, era muy largo: os he dado una señal simbólica.

Preg. ¿Entonces el rojo es el color simbólico de la fe? –Resp. Ciertamente; es la representación del bautismo de sangre.

Nota – La Srta. Huet no sabe inglés y el Espíritu quiso dar así una prueba más de que el pensamiento de ella era extraño a la manifestación. El Espíritu lo hizo espontáneamente y por su propia voluntad; pero es más que probable que si se lo hubiesen pedido como prueba, él no se habría prestado a eso; se sabe que a los Espíritus no les gusta servir de instrumento cuando se intenten hacer experimentaciones con ellos. Frecuentemente las pruebas más patentes surgen en el momento en que menos se lo espera; y cuando los Espíritus obran por su propio accionar, a menudo dan más de lo que se les habría pedido, ya sea porque desean mostrar su independencia o porque sería preciso, para la producción de ciertos fenómenos, el concurso de circunstancias que no siempre nuestra voluntad es suficiente para poder manejar. No estaría de más repetir que los Espíritus tienen su libre albedrío, queriendo probarnos con esto que no están sometidos a nuestros caprichos; es por eso que raramente acceden al deseo de la curiosidad.

Por lo tanto, sea cual fuere su naturaleza, los fenómenos nunca están a nuestra disposición de una manera cierta, y nadie podría jactarse de obtenerlos a voluntad y en un dado momento. El que quiera observarlos, debe resignarse a esperarlos y es, muy a menudo, por parte de los Espíritus, una prueba para la perseverancia del observador y del objetivo a que se propone. Los Espíritus no se preocupan en divertir a los curiosos y sólo se vinculan de buen grado a las personas serias que dan pruebas de su voluntad de instruirse, haciendo lo que es necesario para esto, sin negociar su esfuerzo y su tiempo.

La producción simultánea de señales en caracteres de colores diferentes es un hecho extremamente curioso, pero que no es sobrenatural, al igual que todos los otros. Hemos dado la explicación de la teoría de la escritura directa en la Revista Espírita del mes de agosto de 1859, páginas 197 y 205. Con la explicación de este hecho, lo maravilloso desaparece para dar lugar a un simple fenómeno que tiene su razón de ser en las leyes generales de la Naturaleza y en lo que se podría llamar la fisiología de los Espíritus.