Distinción de la naturaleza de los Espíritus
(Médium: Sra. de Costel)
Quiero hablarte de las altas verdades del Espiritismo; ellas están estrechamente ligadas a las verdades de la moral; por lo tanto, es importante que nunca sean separadas. Para comenzar, digamos que el punto que llama la atención de los seres inteligentes es la duda sobre la propia verdad de las comunicaciones espíritas. La verdad, primera dignidad del alma, está contenida en este punto de partida; busquemos, pues, establecerla.
No hay un medio infalible para distinguir la naturaleza de los Espíritus si abdicamos de la razón, de la comparación y de la reflexión; estas tres facultades son más que suficientes para distinguir con seguridad a los Espíritus diversos. El libre albedrío es el eje sobre el cual gira la inteligencia humana; el equilibrio se rompería si los Espíritus no tuviesen más que hablar para someter a los hombres; de esta forma, su poder se igualaría al de Dios, y esto no puede ser así. El intercambio entre los seres humanos y los seres invisibles se asemeja a la escalera de Jacob: si permite que unos suban, deja que otros desciendan; y todos, actuando unos sobre los otros bajo la mirada de Dios, deben marchar hacia Él, con el mismo espíritu de amor y con
inteligente sumisión. He tratado someramente este tema, aconsejándoos a profundizarlo en todas sus facetas.
LÁZARO