Reunión de la Comisión.
Lectura del acta y de los trabajos de la sesión del 10 de agosto.
De acuerdo con el parecer de la Comisión, y después de informe verbal, la
Sociedad admite como socio libre al Sr. Jules R..., de Bruselas, residente en París.
Comunicaciones diversas – 1ª) En una carta de la condesa D..., de Milán, escrita al Sr. Allan Kardec, se encuentra el siguiente pasaje: «Al hojear últimamente viejas revistas de París, he encontrado una historieta de un encantador escritor, Charles Nodier, que lleva por título:
Lidia o la Resurrección. Me encontré en plena
Revista Espírita; es una intuición de
El Libro de los Espíritus, aunque aquella historieta haya sido escrita en 1839. ¿Era Nodier un creyente? ¿Ya se hablaba de Espiritismo en aquella época? Si yo pudiese, me gustaría mucho evocarlo; era un corazón puro y un alma amorosa. Vos que podéis
tanto, evocadlo, os lo ruego. Si cuando estaba encarnado su moral era tan dulce y suave, ¡qué no será ahora que su Espíritu está totalmente desprendido de la materia!»
Hace mucho tiempo que la
Sociedad desea llamar a Charles Nodier; lo hará en la presente sesión.
2ª) Lectura de dos disertaciones obtenidas por el Dr. de Grand-Boulogne, firmadas por Zenón; la primera, con respecto a la duda que había sido manifestada sobre la identidad de Bossuet en la sesión anterior; la segunda, acerca de
La reencarnación, cuya necesidad el Espíritu demuestra desde el punto de vista moral, y su concordancia con las ideas religiosas.
3ª) Lectura de dos comunicaciones recibidas por la Sra. de Costel y firmadas por Georges; la primera, sobre el
Progreso de los Espíritus; la segunda, sobre
El despertar del Espíritu.
4ª) Lectura de la evocación de Luis XIV, hecha por la Srta. Huet, y de un dictado espontáneo, obtenido por la misma, sobre sacar
Provecho de los consejos dados por los Espíritus, firmado por Marie, Espíritu familiar.
Estudios – 1º) El Sr. Ledoyen recuerda que san Luis había
comenzado hace un tiempo una serie de disertaciones acerca de los pecados capitales. Pregunta si él gustaría continuar ese trabajo.
San Luis responde que lo hará de buen grado, y que la próxima vez hablará sobre la
Envidia, pues que la hora está muy avanzada para comenzar en esa misma noche.
2º) Se pregunta a san Luis si, en la próxima sesión, se podrá llamar nuevamente a la reina de Oudh, ya evocada en enero de 1858, a fin de juzgar el progreso que ella ha podido realizar. Él respondió: «Sería caritativo si la evocaseis, hablándole amigablemente e instruyéndola un poco al mismo tiempo, porque aún está muy atrasada.»
3º) Evocación de Charles Nodier. Después de haber respondido con una extrema benevolencia a las preguntas que le han sido dirigidas, promete comenzar un trabajo en la próxima sesión.
4º) Dictado espontáneo obtenido por el Sr. Didier sobre
La hipocresía, firmado por Lamennais. Este Espíritu responde después varias preguntas acerca de su situación y sobre el carácter que se refleja en sus comunicaciones.
Viernes 24 de agosto de 1860 (Sesión general) Reunión de la Comisión.
Lectura del acta y de los trabajos de la última sesión.
El Presidente da lectura a la siguiente instrucción, concerniente a las personas extrañas a la
Sociedad, a fin de que estén precavidas contra las ideas falsas que podrían formarse sobre el objeto de sus trabajos.
«Creemos un deber recordar a las personas extrañas a la
Sociedad y que no estén al corriente de nuestros trabajos, que no hacemos ninguna experiencia y que ellas se equivocarían si pensasen encontrar aquí asuntos para sus distracciones. Nosotros seriamente nos ocupamos de cosas muy serias, pero poco interesantes y poco inteligibles para el que sea extraño a la ciencia espírita. Como la presencia de esas personas sería inútil para sí mismas, y podría ser una causa de perturbación para nosotros, nos rehusamos a admitir las que al menos no posean los primeros elementos, y sobre todo las que no sean simpáticas a Ella. Ante todo somos una Sociedad científica de estudios, y no una Sociedad de enseñanza; nunca convocamos al público, porque sabemos por experiencia que la convicción sólo se forma a través de una larga serie de observaciones, y no por haber asistido a algunas sesiones que no presentan ninguna secuencia metódica. He aquí por qué no hacemos demostraciones, que cada vez serían retomadas y que detendrían la continuidad de nuestros trabajos. Si a pesar de esto, aquí se encontrasen personas que han sido atraídas solamente por la curiosidad, o que no compartieran nuestra manera para ver, les pediríamos que recuerden que no las hemos invitado, y que esperamos de su decencia el respeto por nuestras convicciones, así como respetamos las suyas. No solicitamos de su parte sino silencio y recogimiento. Al ser el recogimiento una de las más expresas recomendaciones de los Espíritus que consienten comunicarse con nosotros, pedimos con insistencia a las personas presentes que se abstengan de cualquier conversación particular.»
La Comisión ha decidido que, aunque haya un 5º viernes el 31 de este mes, la sesión de hoy será la última antes de las vacaciones, y que la próxima sesión tendrá lugar el primer viernes de octubre.
La Comisión ha tomado conocimiento de una carta con pedido de admisión como socio libre, del Sr. B..., de París; pero considerando que la sesión de este día es general, se pospone el examen de la misma para después de las vacaciones.
Comunicaciones diversas – 1ª) Lectura de la evocación hecha en particular por el Sr. Jules Rob..., del
Padre Leroy, muerto recientemente en Beirut. Esta evocación es notable por la elevación de los pensamientos del Espíritu, que no desmiente en nada el bello carácter del que ha dado pruebas cuando encarnado, y que es el de un verdadero cristiano. Él expresa el deseo de ser evocado en la
Sociedad.
2ª) Lectura de un dictado espontáneo obtenido por el Sr. Darcol, intitulado:
A los médiums, y firmado por
Sales. Esta comunicación no ha podido ser leída en la última sesión porque no había sido analizada previamente, tal como lo indica
el reglamento, que prescribe imperiosamente esta formalidad.
3ª) Otro dictado espontáneo, recibido por la Sra. de B... sobre
La caridad moral, firmado por la Hermana Rosalía.
4ª) Otros dos dictados espontáneos obtenidos por la Sra. de Costel: uno sobre
Las diferentes categorías de Espíritus errantes, y el otro acerca de
Los castigos, firmados por Georges. Estas dos comunicaciones pueden ser clasificadas entre las más notables por la sublimidad de los pensamientos, la verdad de los cuadros y la elocuencia del estilo. (Serán publicadas, así como las otras comunicaciones importantes.)
El Presidente hace observar que la
Sociedad está necesariamente limitada por el tiempo, pero que todo lo que sus miembros reciben en particular, y que consientan traer a Ella, debe ser considerado como un complemento de sus trabajos. Por lo tanto, no debe encararse como sólo siendo parte de la misma lo que se obtenga en sus sesiones, sino también todo lo que venga de afuera y que pueda servir a su instrucción. Ella es el centro hacia donde convergen los estudios particulares para el bien de todos; la
Sociedad los examina, los comenta y los aprovecha si son procedentes. Para los médiums, es un medio de control que, al esclarecerlos acerca de la naturaleza de las comunicaciones que reciben, puede preservarlos de más de un engaño. Además, los Espíritus prefieren a menudo comunicarse en la intimidad, donde hay necesariamente más recogimiento que en las reuniones numerosas, a través de los instrumentos de su elección, en los momentos que les son convenientes y en las circunstancias que no siempre pueden apreciarse. Al reunir esas comunicaciones, cada uno aprovecha todas las ventajas que las mismas pueden ofrecer.
Estudios – 1º) Pregunta dirigida a san Luis sobre el Espíritu
Georges. Cuando encarnado, éste había sido artista pintor y el profesor de dibujo de la persona que le sirve de médium; su existencia no ha ofrecido ninguna particularidad saliente, a no ser que siempre ha sido bueno y benevolente. Como Espíritu, sus comunicaciones tienen un sello de tal superioridad que se ha deseado saber la clase que él ocupa en el mundo de los Espíritus. San Luis responde:
«Él ha sido un Espíritu justo en la Tierra; toda su grandeza consiste en la bondad, en la caridad y en la fe en Dios que profesaba; así, hoy, se encuentra ubicado entre los Espíritus superiores.»
2º) Evocación de
Charles Nodier, por la Srta. Huet. Él comienza el trabajo que ha prometido en la última sesión.
3º) Evocación del
Padre Leroy. Como él había dejado libre la elección del médium, hemos preferido no emplear aquel intermediario del cual dicho Espíritu se sirvió la primera vez, a fin de alejar cualquier influencia y poder juzgar mejor la identidad por sus respuestas. Las mismas están en todos los puntos de conformidad con los sentimientos anteriormente expresados y dignos de un Espíritu elevado. Él termina con consejos de la más alta sabiduría, en los cuales se revelan al mismo tiempo la humildad del cristiano, la tolerancia de la caridad evangélica y la superioridad de la inteligencia.
4º) Evocación de la reina de Oudh, ya evocada en enero de 1858 (ver la
Revista de marzo de 1858). Médium: Sr. Jules Rob... Se notó en ella una leve disposición de mejorarse, pero, en el fondo, su carácter ha sufrido poco cambio.
Nota – Entre los asistentes se encontraba una dama que durante mucho tiempo vivió en la India y la conoció personalmente. Dice que todas las respuestas de ella están perfectamente de acuerdo con su carácter y que es imposible no reconocer en las mismas una prueba de identidad.
5º) Son obtenidos tres dictados espontáneos: el primero por la Srta. Huet acerca de la
Envidia, firmado por san Luis; el segundo por el Sr. Didier sobre
El pecado original, firmado por Ronsard; el tercero por la Srta. Stéphanie, firmado por Gustave Lenormand.
Durante estas últimas comunicaciones, la Srta. L. J..., médium dibujante, obtuvo dos conjuntos de figuras, firmados por Giulio Romano.
Después de algunos bellos pensamientos escritos por un Espíritu que no los firma, otro Espíritu, que ya se ha manifestado a través de la Srta. L. J..., interfiere quebrando los lápices y haciendo trazos que denotan un sentimiento de cólera. Al mismo tiempo se comunica por el Sr. Jules Rob..., y responde lacónicamente y con altivez a las preguntas que le son dirigidas.
Es el Espíritu de un soberano extranjero, conocido por la violencia de su carácter. Invitado a firmar su nombre, él lo hace de dos maneras. Uno de los asistentes, vinculado al gobierno de su país y cuyas funciones lo ponían en contacto frecuente con el hecho de ver su firma, reconoce una de las mismas, escrita en documentos oficiales, y la otra en cartas particulares.
Al ser levantada la sesión general, los Sres. miembros de la
Sociedad son invitados a permanecer algunos momentos para una comunicación.
El Sr. Sansón, en un pequeño y caluroso discurso, expresa el reconocimiento que él debe al Espíritu san Luis por su intervención en la cura instantánea de un mal en la pierna, que había resistido a todos los tratamientos y que debería llevar a la amputación. El Sr. Sansón dice que ha sido gracias al conocimiento del Espiritismo que debe su cura verdaderamente milagrosa, por la confianza que ha adquirido en la bondad y en el poder de Dios, con lo que antes muy poco se preocupaba. Y como debe a la
Sociedad su inicio en las verdades que el Espiritismo enseña, él la incluye en sus agradecimientos. Desde entonces, a cada año ofrece al Espíritu san Luis, en el día que le ha sido consagrado, un ramo de flores en memoria de la consideración de que fue objeto, y es dicho homenaje que él renueva hoy, 24 de agosto, víspera del día de san Luis.
La
Sociedad se asocia a los testimonios de gratitud del Sr. Sanson; Ella agradece a san Luis la benevolencia de la cual ha sido objeto de su parte, y le solicita que tenga a bien continuar dándole su protección. San Luis responde:
«Estoy feliz, triplemente feliz, amados hermanos míos, por lo que veo y escucho esta noche; vuestra emoción y vuestro reconocimiento son aún el mejor homenaje que podéis dirigirme. ¡Que el Dios de bondad os conserve en estos buenos y piadosos sentimientos! Continuaré velando por una
Sociedad unida por los sentimientos de caridad y de verdadera fraternidad».
LUIS