Revista Espírita - Periódico de Estudios Psicológicos - 1860

Allan Kardec

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Boletín de la sociedad parisiense de estudios espíritas

Aviso
La oficina de redacción de la REVISTA ESPÍRITA y el domicilio particular del Sr. ALLAN KARDEC han sido transferidos a la calle Sainte-Anne Nº 59, Pasaje Sainte-Anne.

Viernes 27 de julio de 1860 (Sesión general)

Reunión de la Comisión.

Lectura del acta y de los trabajos de la sesión del 20 de julio.

Comunicaciones diversas – 1ª) Reseña de la Srta. P... sobre el poema que el Sr. de Porry, de Marsella, ha dirigido a la Sociedad, intitulado: Linda, leyenda gala. La Srta. P... analiza el tema de la obra y reconoce en el mismo pensamientos de gran elevación muy bien expresados; pero salvo por las ideas cristianas, en general, ella no ve nada allí –o pocas cosas– que tenga relación directa con el Espiritismo; el autor le parece más espiritualista que espírita. No por eso su obra es menos notable –dice ella–, y será leída con interés por todos los aficionados de la buena poesía.

2ª) Carta del Sr. X..., que hace un sucinto análisis de la doctrina del Sr. Rigolot, de Saint-Étienne. Según esta doctrina, el mundo espiritual no existe; después de la muerte del cuerpo, los Espíritus son inmediatamente reunidos a Dios. Solamente tres Espíritus pueden comunicarse con los hombres por vía medianímica: Jesús, director y protector de nuestro globo; María, su madre, y Sócrates. Todas las comunicaciones, cualquiera que sea su naturaleza, emanan de ellos; dice él que son los únicos que se le manifiestan, y cuando le dictan cosas groseras, él piensa que es para ponerlo a prueba.

Al respecto, se establece una discusión que se resume así:

La Sociedad es unánime en declarar que la razón se rehúsa a admitir que el Espíritu del bien por excelencia, el modelo de las más sublimes virtudes pueda dictar cosas malas, y que hay una especie de profanación en suponer que comunicaciones indignas y torpes, e incluso obscenas –como a veces se han visto– puedan emanar de una fuente tan pura. Por otro lado, admitir que todas las almas son inmediatamente reunidas a Dios después de la muerte, es negar el castigo del culpable, porque no se podría pensar que el seno de Dios que nos enseñan a mirar como la suprema recompensa, sea al mismo tiempo un foco de dolor para el que ha vivido mal. Si en esa fusión divina el Espíritu pierde su individualidad, estamos ante una variedad de panteísmo. Tanto en un caso como en el otro, según esta doctrina, el culpable no tiene ningún motivo para detenerse en el camino del mal, pues son superfluos los esfuerzos para hacer el bien; es al menos lo que resalta de los principios generales que parecen formar su base.

La Sociedad no conoce lo bastante el sistema del Sr. Rigolot para juzgarlo en sus detalles; ignora cómo él explica una multitud de hechos patentes: por ejemplo, los de apariciones; aquellos en que el Espíritu de un pariente evocado prueba materialmente su identidad; ¿sería entonces Jesús el que simularía tales personajes? ¿Sería incluso Él quien, en el fenómeno de los Espíritus golpeadores, vendría a tocar el tambor o las arias rítmicas? Después de haber desempeñado el odioso papel de tentador, ¿vendría a servir de entretenimiento? Hay incompatibilidad moral entre lo trivial y lo sublime, entre el bien absoluto y el mal absoluto.

El Sr. Rigolot siempre se mantuvo aislado de los otros espíritas, lo que es un error; para conocer bien una cosa es preciso ver todo, profundizar en todo, comparar todas las opiniones, oír los pros y los contras, escuchar todas las objeciones y finalmente aceptar sólo lo que la más severa lógica puede admitir. Es lo que incesantemente nos recomiendan los Espíritus que nos dirigen, y es por esto que la Sociedad ha tomado el nombre de Sociedad de Estudios, nombre que implica la idea de examen y de investigaciones. Nos es lícito pensar que si el Sr. Rigolot hubiese seguido este camino, habría reconocido en su teoría puntos en manifiesta contradicción con los hechos. Su alejamiento de los otros espíritas no le permite tener sino comunicaciones de una sola naturaleza, y naturalmente le impide ver aquello que podría esclarecerlo sobre su insuficiencia en resolver todas las cuestiones; es lo que se constata en la mayoría de los médiums que se aislan: están en la condición de aquellos que, sólo oyendo una única campana, no oyen más que un sonido.

Tal es la impresión que la Sociedad tiene con respecto a esta doctrina que le parece incapaz de explicar todos los hechos.

3ª) Se hace mención a una carta del Dr. Morhéry, que da nuevos detalles acerca de la Srta. Godu, dando continuación a sus observaciones sobre las curas obtenidas; referencia a otra carta del Dr. de Grand-Boulogne, sobre el papel de los Espíritus golpeadores. Dada su extensión, su lectura ha sido dejada para la próxima sesión.

4ª) El Sr. Allan Kardec relata un hecho interesante que ha sucedido en su casa, en una sesión particular. A esta sesión asistía el Sr. Rabache, muy buen médium, por el cual se había comunicado espontáneamente Adam Smith en un café de Londres. Al haber sido evocado Adam Smith por intermedio de otra médium –la Sra. de Costel–, él respondió simultáneamente en francés, a través de esta dama, y en inglés, a través del Sr. Rabache; varias respuestas eran de una identidad perfecta, siendo inclusive la traducción literal una de la otra.

5ª) Relato de diversas manifestaciones físicas ocurridas con el Sr. B..., presente en la sesión; entre otros hechos, tuvo lugar el del aporte de un tapón arrojado en un cuarto, y el de un frasco de agua fluidificada que tenía un aroma tan fuerte que impregnó todo el departamento.

Estudios – 1º) Evocación del musulmán Séih-ben-Moloka, fallecido en Túnez a la edad de 110 años, cuya vida entera ha sido marcada por actos de beneficencia y de generosidad. Sus respuestas revelan un Espíritu elevado, aunque, cuando encarnado, no estuviera exento de los prejuicios de secta.

2º) Dos dictados espontáneos son obtenidos: el primero por el Sr. Didier, acerca de la Conciencia, firmado por Lamennais; el segundo por la Sra. Lubr..., sobre consejos diversos, firmado por Paul.

Viernes 3 de agosto de 1860 (Sesión particular)

Reunión de la Comisión.

Lectura del acta y de los trabajos de la sesión del 27 de julio.

Lectura de una carta del Sr. Darcol, en la que propone a la Sociedad hacer una suscripción para los cristianos de Siria. Basa su propuesta en los principios de humanidad, de caridad y de tolerancia que son la propia esencia del Espiritismo y que deben guiar a la Sociedad.

Al haber examinado la propuesta y haciendo justicia a las buenas intenciones del Sr. D..., la Comisión piensa que la Sociedad debe abstenerse de toda manifestación extraña al objeto de sus estudios, y que a cada socio debe dejar libre para actuar individualmente.

La Sociedad no ve en esta actitud nada que pueda ser visto con malos ojos; muy por el contrario. Pero considerando la ausencia de la mayoría de los miembros que está de vacaciones, la misma pospone el examen de la propuesta a su regreso.

De acuerdo con el parecer de la Comisión, la Sociedad decide entrar en vacaciones durante el mes de septiembre.

Comunicaciones diversas – 1ª) Carta del Dr. Morhéry.

2ª) Carta del Sr. Indermuhle, miembro de la Sociedad, que habla de la buena aceptación de las ideas espíritas que se verifica entre las personas de la clase rural. Cita al respecto un opúsculo alemán, intitulado: Die Ewigkeit kein geheimniss mehr (No hay más secretos sobre la eternidad) y que se propone a enviar a la Sociedad.

3ª) Carta del Dr. de Grand-Boulogne sobre las manifestaciones físicas como medio de convicción. Él piensa que sería una equivocación considerar a todos los Espíritus golpeadores como siendo de un orden inferior, ya que él mismo ha obtenido comunicaciones de un orden muy elevado a través de golpes.

El Sr. Allan Kardec responde que la tiptología es un medio de comunicación como cualquier otro, del cual pueden servirse los Espíritus más elevados cuando no disponen de otro más rápido. No todos los Espíritus que se comunican por medio de golpes son Espíritus golpeadores, e incluso la mayoría de ellos repudia tal calificación, que sólo conviene a aquellos que se podría llamar golpeadores de profesión. Repugna al buen sentido creer que Espíritus superiores vengan a pasar el tiempo divirtiendo a una reunión haciendo proezas. En cuanto a las manifestaciones físicas propiamente dichas, él nunca negó su utilidad, pero persiste en la opinión de que por sí solas son impotentes para llevar a la convicción; además –dice él–, cuanto más extraordinarios son los hechos, más suscitan la incredulidad. Lo que ante todo es necesario comprender es el principio de los fenómenos; para aquel que lo conoce, éstos no tienen nada de sobrenatural y vienen en apoyo de la teoría.

El Sr. de Grand-Boulogne dice que la carta que acaban de leer ya es un poco antigua, y que después sus ideas se modificaron sensiblemente; él comparte completamente la opinión del Sr. Allan Kardec, pues la experiencia le ha demostrado cuán útil es comprender el principio antes de ver. Así, no admite en su casa sino a las personas que ya han tomado conocimiento de la teoría, evitando de ese modo una serie de preguntas triviales y objeciones; reconoce haber hecho más adeptos por este sistema que por la exhibición de hechos que no son comprendidos.

Estudios – 1º) Evocación de James Coyle, alienado, fallecido a la edad de 106 años en el hospital Saint-Patrich, de Dublín, donde se encontraba desde el año 1802. Esta evocación ofrece un interesante tema de estudio sobre el estado del Espíritu en la alienación mental.

2º) Se ha llamado, sin evocación especial, a los Espíritus que han solicitado asistencia. Dos de ellos se presentan espontáneamente: la gran Françoise y el Espíritu de Castelnaudary, que agradecen a los que han orado por ellos.

3º) Un dictado espontáneo es obtenido por el Sr. D...; ha sido firmado por la Hermana Jeanne, una de las víctimas de las matanzas de Siria.

Viernes 10 de agosto de 1860 (Sesión general)

Reunión de la Comisión.

Lectura del acta y de los trabajos de la última sesión.

El Sr. Allan Kardec anuncia que una señora, miembro de la Sociedad, le ha entregado 10 francos como suscripción en beneficio de los cristianos de Siria o para cualquier otra obra caritativa, en la cual considere un deber aplicarlos.

Comunicaciones diversas – 1ª) Carta del Sr. Jobard, de Bruselas, sobre Thilorier, del cual ha sido amigo, y que ha sido evocado el 15 de junio de 1860. Da interesantes detalles sobre su descubrimiento, su vida y sus hábitos, y rectifica varias aseveraciones contenidas en la noticia publicada al respecto en el diario La Patrie. Entre otras particularidades cuenta cómo le fue restablecida la audición por medio del magnetismo. (Publicada más adelante.)

2ª) El Sr. B..., oyente del extranjero, narra varios hechos de manifestaciones físicas espontáneas, ocurridas con uno de sus amigos. Como esa persona no ha podido venir a la sesión, posteriormente ella misma los ha de relatar con más detalles.

Estudios – 1º) Cuestiones diversas y problemas morales dirigidos a san Luis sobre la muerte de Jean Luizerolle, que ha sustituido a su hijo, condenado a muerte en 1793, y que se ha sacrificado para salvarle la vida.

2º) Evocación de Alfred de Marignac, que ha dado al Sr. Darcol una comunicación suya sobre La escasez, con el nombre de Bossuet.

3º) Evocación de Bossuet sobre este tema y acerca de otras diversas cuestiones. Él termina con una disertación espontánea sobre el peligro de las querellas religiosas.

4º) Evocación de la Hermana Jeanne, víctima de las matanzas de Siria, que había venido espontáneamente en la última sesión y que había pedido para ser llamada nuevamente.

5º) Se ha llamado a uno de los Espíritus sufrientes que solicitaban asistencia. Un nuevo Espíritu se presenta bajo el nombre de Fortuné Privat, y da detalles sobre su situación y acerca de las penas que padece. Esta comunicación da lugar a varias explicaciones interesantes sobre el estado de los Espíritu infelices.

6º) Dictado espontáneo, intitulado La nada de la vida, firmado por Sophie de Swetchine, y obtenido por la Srta. Huet.

Viernes 17 de agosto de 1860 (Sesión particular)

Reunión de la Comisión.

Lectura del acta y de los trabajos de la sesión del 10 de agosto.

De acuerdo con el parecer de la Comisión, y después de informe verbal, la Sociedad admite como socio libre al Sr. Jules R..., de Bruselas, residente en París.

Comunicaciones diversas – 1ª) En una carta de la condesa D..., de Milán, escrita al Sr. Allan Kardec, se encuentra el siguiente pasaje: «Al hojear últimamente viejas revistas de París, he encontrado una historieta de un encantador escritor, Charles Nodier, que lleva por título: Lidia o la Resurrección. Me encontré en plena Revista Espírita; es una intuición de El Libro de los Espíritus, aunque aquella historieta haya sido escrita en 1839. ¿Era Nodier un creyente? ¿Ya se hablaba de Espiritismo en aquella época? Si yo pudiese, me gustaría mucho evocarlo; era un corazón puro y un alma amorosa. Vos que podéis tanto, evocadlo, os lo ruego. Si cuando estaba encarnado su moral era tan dulce y suave, ¡qué no será ahora que su Espíritu está totalmente desprendido de la materia!»

Hace mucho tiempo que la Sociedad desea llamar a Charles Nodier; lo hará en la presente sesión.

2ª) Lectura de dos disertaciones obtenidas por el Dr. de Grand-Boulogne, firmadas por Zenón; la primera, con respecto a la duda que había sido manifestada sobre la identidad de Bossuet en la sesión anterior; la segunda, acerca de La reencarnación, cuya necesidad el Espíritu demuestra desde el punto de vista moral, y su concordancia con las ideas religiosas.

3ª) Lectura de dos comunicaciones recibidas por la Sra. de Costel y firmadas por Georges; la primera, sobre el Progreso de los Espíritus; la segunda, sobre El despertar del Espíritu.

4ª) Lectura de la evocación de Luis XIV, hecha por la Srta. Huet, y de un dictado espontáneo, obtenido por la misma, sobre sacar Provecho de los consejos dados por los Espíritus, firmado por Marie, Espíritu familiar.

Estudios – 1º) El Sr. Ledoyen recuerda que san Luis había
comenzado hace un tiempo una serie de disertaciones acerca de los pecados capitales. Pregunta si él gustaría continuar ese trabajo.

San Luis responde que lo hará de buen grado, y que la próxima vez hablará sobre la Envidia, pues que la hora está muy avanzada para comenzar en esa misma noche.

2º) Se pregunta a san Luis si, en la próxima sesión, se podrá llamar nuevamente a la reina de Oudh, ya evocada en enero de 1858, a fin de juzgar el progreso que ella ha podido realizar. Él respondió: «Sería caritativo si la evocaseis, hablándole amigablemente e instruyéndola un poco al mismo tiempo, porque aún está muy atrasada.»

3º) Evocación de Charles Nodier. Después de haber respondido con una extrema benevolencia a las preguntas que le han sido dirigidas, promete comenzar un trabajo en la próxima sesión.

4º) Dictado espontáneo obtenido por el Sr. Didier sobre La hipocresía, firmado por Lamennais. Este Espíritu responde después varias preguntas acerca de su situación y sobre el carácter que se refleja en sus comunicaciones.

Viernes 24 de agosto de 1860 (Sesión general)

Reunión de la Comisión.

Lectura del acta y de los trabajos de la última sesión.

El Presidente da lectura a la siguiente instrucción, concerniente a las personas extrañas a la Sociedad, a fin de que estén precavidas contra las ideas falsas que podrían formarse sobre el objeto de sus trabajos.

«Creemos un deber recordar a las personas extrañas a la Sociedad y que no estén al corriente de nuestros trabajos, que no hacemos ninguna experiencia y que ellas se equivocarían si pensasen encontrar aquí asuntos para sus distracciones. Nosotros seriamente nos ocupamos de cosas muy serias, pero poco interesantes y poco inteligibles para el que sea extraño a la ciencia espírita. Como la presencia de esas personas sería inútil para sí mismas, y podría ser una causa de perturbación para nosotros, nos rehusamos a admitir las que al menos no posean los primeros elementos, y sobre todo las que no sean simpáticas a Ella. Ante todo somos una Sociedad científica de estudios, y no una Sociedad de enseñanza; nunca convocamos al público, porque sabemos por experiencia que la convicción sólo se forma a través de una larga serie de observaciones, y no por haber asistido a algunas sesiones que no presentan ninguna secuencia metódica. He aquí por qué no hacemos demostraciones, que cada vez serían retomadas y que detendrían la continuidad de nuestros trabajos. Si a pesar de esto, aquí se encontrasen personas que han sido atraídas solamente por la curiosidad, o que no compartieran nuestra manera para ver, les pediríamos que recuerden que no las hemos invitado, y que esperamos de su decencia el respeto por nuestras convicciones, así como respetamos las suyas. No solicitamos de su parte sino silencio y recogimiento. Al ser el recogimiento una de las más expresas recomendaciones de los Espíritus que consienten comunicarse con nosotros, pedimos con insistencia a las personas presentes que se abstengan de cualquier conversación particular.»

La Comisión ha decidido que, aunque haya un 5º viernes el 31 de este mes, la sesión de hoy será la última antes de las vacaciones, y que la próxima sesión tendrá lugar el primer viernes de octubre.

La Comisión ha tomado conocimiento de una carta con pedido de admisión como socio libre, del Sr. B..., de París; pero considerando que la sesión de este día es general, se pospone el examen de la misma para después de las vacaciones.

Comunicaciones diversas – 1ª) Lectura de la evocación hecha en particular por el Sr. Jules Rob..., del Padre Leroy, muerto recientemente en Beirut. Esta evocación es notable por la elevación de los pensamientos del Espíritu, que no desmiente en nada el bello carácter del que ha dado pruebas cuando encarnado, y que es el de un verdadero cristiano. Él expresa el deseo de ser evocado en la Sociedad.

2ª) Lectura de un dictado espontáneo obtenido por el Sr. Darcol, intitulado: A los médiums, y firmado por Sales. Esta comunicación no ha podido ser leída en la última sesión porque no había sido analizada previamente, tal como lo indica el reglamento, que prescribe imperiosamente esta formalidad.

3ª) Otro dictado espontáneo, recibido por la Sra. de B... sobre La caridad moral, firmado por la Hermana Rosalía.

4ª) Otros dos dictados espontáneos obtenidos por la Sra. de Costel: uno sobre Las diferentes categorías de Espíritus errantes, y el otro acerca de Los castigos, firmados por Georges. Estas dos comunicaciones pueden ser clasificadas entre las más notables por la sublimidad de los pensamientos, la verdad de los cuadros y la elocuencia del estilo. (Serán publicadas, así como las otras comunicaciones importantes.)

El Presidente hace observar que la Sociedad está necesariamente limitada por el tiempo, pero que todo lo que sus miembros reciben en particular, y que consientan traer a Ella, debe ser considerado como un complemento de sus trabajos. Por lo tanto, no debe encararse como sólo siendo parte de la misma lo que se obtenga en sus sesiones, sino también todo lo que venga de afuera y que pueda servir a su instrucción. Ella es el centro hacia donde convergen los estudios particulares para el bien de todos; la Sociedad los examina, los comenta y los aprovecha si son procedentes. Para los médiums, es un medio de control que, al esclarecerlos acerca de la naturaleza de las comunicaciones que reciben, puede preservarlos de más de un engaño. Además, los Espíritus prefieren a menudo comunicarse en la intimidad, donde hay necesariamente más recogimiento que en las reuniones numerosas, a través de los instrumentos de su elección, en los momentos que les son convenientes y en las circunstancias que no siempre pueden apreciarse. Al reunir esas comunicaciones, cada uno aprovecha todas las ventajas que las mismas pueden ofrecer.

Estudios 1º) Pregunta dirigida a san Luis sobre el Espíritu Georges. Cuando encarnado, éste había sido artista pintor y el profesor de dibujo de la persona que le sirve de médium; su existencia no ha ofrecido ninguna particularidad saliente, a no ser que siempre ha sido bueno y benevolente. Como Espíritu, sus comunicaciones tienen un sello de tal superioridad que se ha deseado saber la clase que él ocupa en el mundo de los Espíritus. San Luis responde:

«Él ha sido un Espíritu justo en la Tierra; toda su grandeza consiste en la bondad, en la caridad y en la fe en Dios que profesaba; así, hoy, se encuentra ubicado entre los Espíritus superiores.»

2º) Evocación de Charles Nodier, por la Srta. Huet. Él comienza el trabajo que ha prometido en la última sesión.

3º) Evocación del Padre Leroy. Como él había dejado libre la elección del médium, hemos preferido no emplear aquel intermediario del cual dicho Espíritu se sirvió la primera vez, a fin de alejar cualquier influencia y poder juzgar mejor la identidad por sus respuestas. Las mismas están en todos los puntos de conformidad con los sentimientos anteriormente expresados y dignos de un Espíritu elevado. Él termina con consejos de la más alta sabiduría, en los cuales se revelan al mismo tiempo la humildad del cristiano, la tolerancia de la caridad evangélica y la superioridad de la inteligencia.

4º) Evocación de la reina de Oudh, ya evocada en enero de 1858 (ver la Revista de marzo de 1858). Médium: Sr. Jules Rob... Se notó en ella una leve disposición de mejorarse, pero, en el fondo, su carácter ha sufrido poco cambio.

Nota Entre los asistentes se encontraba una dama que durante mucho tiempo vivió en la India y la conoció personalmente. Dice que todas las respuestas de ella están perfectamente de acuerdo con su carácter y que es imposible no reconocer en las mismas una prueba de identidad.

5º) Son obtenidos tres dictados espontáneos: el primero por la Srta. Huet acerca de la Envidia, firmado por san Luis; el segundo por el Sr. Didier sobre El pecado original, firmado por Ronsard; el tercero por la Srta. Stéphanie, firmado por Gustave Lenormand.

Durante estas últimas comunicaciones, la Srta. L. J..., médium dibujante, obtuvo dos conjuntos de figuras, firmados por Giulio Romano.

Después de algunos bellos pensamientos escritos por un Espíritu que no los firma, otro Espíritu, que ya se ha manifestado a través de la Srta. L. J..., interfiere quebrando los lápices y haciendo trazos que denotan un sentimiento de cólera. Al mismo tiempo se comunica por el Sr. Jules Rob..., y responde lacónicamente y con altivez a las preguntas que le son dirigidas.

Es el Espíritu de un soberano extranjero, conocido por la violencia de su carácter. Invitado a firmar su nombre, él lo hace de dos maneras. Uno de los asistentes, vinculado al gobierno de su país y cuyas funciones lo ponían en contacto frecuente con el hecho de ver su firma, reconoce una de las mismas, escrita en documentos oficiales, y la otra en cartas particulares.

Al ser levantada la sesión general, los Sres. miembros de la Sociedad son invitados a permanecer algunos momentos para una comunicación.

El Sr. Sansón, en un pequeño y caluroso discurso, expresa el reconocimiento que él debe al Espíritu san Luis por su intervención en la cura instantánea de un mal en la pierna, que había resistido a todos los tratamientos y que debería llevar a la amputación. El Sr. Sansón dice que ha sido gracias al conocimiento del Espiritismo que debe su cura verdaderamente milagrosa, por la confianza que ha adquirido en la bondad y en el poder de Dios, con lo que antes muy poco se preocupaba. Y como debe a la Sociedad su inicio en las verdades que el Espiritismo enseña, él la incluye en sus agradecimientos. Desde entonces, a cada año ofrece al Espíritu san Luis, en el día que le ha sido consagrado, un ramo de flores en memoria de la consideración de que fue objeto, y es dicho homenaje que él renueva hoy, 24 de agosto, víspera del día de san Luis.

La Sociedad se asocia a los testimonios de gratitud del Sr. Sanson; Ella agradece a san Luis la benevolencia de la cual ha sido objeto de su parte, y le solicita que tenga a bien continuar dándole su protección. San Luis responde:

«Estoy feliz, triplemente feliz, amados hermanos míos, por lo que veo y escucho esta noche; vuestra emoción y vuestro reconocimiento son aún el mejor homenaje que podéis dirigirme. ¡Que el Dios de bondad os conserve en estos buenos y piadosos sentimientos! Continuaré velando por una Sociedad unida por los sentimientos de caridad y de verdadera fraternidad».

LUIS