Revista Espírita - Periódico de Estudios Psicológicos - 1860

Allan Kardec

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Diferentes órdenes de Espíritus

(Comunicación particular obtenida por la Sra. de Desl..., miembro de la Sociedad, dictada por su marido desencarnado)

Escúchame, querida amiga, si quieres que te diga grandes y buenas cosas. ¿No ves la dirección dada a ciertos acontecimientos, y la ventaja que de ahí se puede sacar para el progreso de la obra santa? Escucha a los Espíritus elevados, y sobre todo trata de no confundirlos con los que buscan imponerse por un lenguaje más pretencioso que profundo. No mezcles tus pensamientos con los de ellos. ¿Sería posible que los habitantes de la Tierra pudiesen encarar las cosas desde el mismo punto de vista que los Espíritus desprendidos de la materia y obedientes a las leyes del Señor? No confundas en un mismo conjunto a todos los Espíritus: ellos son de muy diferentes órdenes. El estudio del Espiritismo os lo enseña; pero de ese lado, ¡cuánto tenéis aún que aprender! En la Tierra hay una multitud de individuos cuya inteligencia no se asemeja de forma alguna; algunos de ellos parecen aproximarse más del bruto que del hombre, mientras que existen otros de tal modo superiores, que uno es tentado a decir que se aproximan a Dios, especie de blasfemia que se debe traducir por el pensamiento de que ellos tienen en sí una chispa de esas claridades celestiales lanzadas en su corazón por el Divino Señor. ¡Pues bien! Sea cual fuere la diversidad de las inteligencias entre la raza humana, convéncete de que esta diversidad es infinitamente mayor entre los Espíritus. Algunos los hay en tal grado de inferioridad, que no encuentran analogía entre los hombres, mientras que existen otros lo suficientemente purificados como para aproximarse a Dios y contemplarlo en toda su gloria; sometidos a sus más mínimas órdenes, sólo anhelan obedecerle y agradarlo. Al ser llamados a circular en medio de los mundos o a permanecer en los mismos según lo que convenga a la ejecución de los grandes designios del Señor, a unos les dice: Id, revelad mi poder a esos seres groseros, cuya inteligencia ya es tiempo de despertar. A otros les habla: Recorred esos mundos, a fin de que –guiados por vuestras enseñanzas– los seres superiores que los habitan aporten nuevas grandezas a todas aquellas que ya les han sido reveladas. Que todos sean instruidos de que llegará el día en que las claridades de lo Alto no serán más oscurecidas, sino que habrán de brillar eternamente.

TU AMIGO

Los dos siguientes dictados han sido obtenidos en un pequeño Círculo íntimo del barrio del Luxemburgo, y nos han sido comunicados por nuestro colega, el Sr. Solichon, que los ha asistido. Lamentamos que nuestras ocupaciones no nos hayan aún permitido comparecer a esas reuniones, para las cuales tuvieron a bien invitarnos. Nos sentiremos felices cuando podamos asistir a las mismas, porque sabemos que son presididas por un sentimiento de verdadera caridad cristiana y de recíproca benevolencia.